jueves, 23 de septiembre de 2010

Carta abierta a los políticos malagueños




A veces pienso que la honestidad ha de ser una de las señas de identidad de todo individuo, eso y la coherencia y defensa de unos valores personales. Seguro que muchos de los iletrados y “sobrepasados” de esta ciudad me tachen de anti-malagueño cuanto menos, pero a esos mismos les reto a que me demuestren si ellos aman a Málaga más que un servidor, yo pago el café, eso sí, un sombra en café Aranda.

Ya no conservo esperanza alguna ni en la ciudadanía malacitana y mucho menos en su clase política, para las próximas elecciones me pregunto si molestarme en ir a votar a partidos que en vez de velar por la “felicidad” común, lo hacen por el de sus cuentas corrientes y las de sus allegados. Y es que Don Dinero es el mayor líder mundial, y cómo no, Málaga no iba a quedarse atrás, y puestos a ello si hay que modificar toda una norma urbanística pues se hace, total un magnífico ejemplo de la arquitectura decimonónica local no da dinero, ni el que esté en el perímetro de un BIC menos. Me extraña que el desolado inmueble que resiste en el Hoyo de Esparteros aún no haya ardido, los ingredientes del menú están presentes, todos los edificios del pasillo de Atocha sufrieron reiterados fuegos, y éste no debería ser la excepción, pero bueno, nuestro grado de civismo es tal, que desde un despacho de urbanismo te resuelven el problema, te modifican la norma, le retiras la protección arquitectónica y facilitas el pelotazo, ¡lo que es tener amigos!

La excusa es el prestigio, ¿Moneo?, parece ser que los proyectos le sobran, y que su equipo de becarios es bastante interesante como para poder asumir todo tipo de obras. El que fuera autor de magníficos edificios como el Museo de Arte Romano de Mérida (fantásticamente integrado en su entorno), viene a “firmar” un modesto hotelito que generará puestos de trabajo, ¡y es que en época de crisis todo vale!
Lástima que un atrevido Alberto de Mónaco no esté el próximo martes en Madrid para meter el dedo en la llaga y sacar las vergüenzas de esta ciudad, total, se valoran aspectos como la participación ciudadana y en eso no nos gana nadie, sobre todo si España gana el Mundial, ¡somos la envidia de toda ciudad!

Pero éste no es el primer edificio que caerá este año, hace pocas semanas el elegido fue la casa nº 12 de calle Mariblanca, del siglo XVIII, centuria de la que databa la casa de calle Marqués demolida el invierno pasado, a este paso la piqueta cierra el año con superhábit.

Frente a ello venderemos cosmopolitismo, modernidad, sol y playas (eso sí, llenas de colillas, escombros, y basuras). Y ya que tenemos los solares llenos de ratas por docenas, pues los “maquillamos” para hacerlos espacios culturales (esta fórmula es genial para incentivar los derribos, que también tenemos déficit de ellos).
Lo dicho, no soy el primero, no creo en este modelo de ciudad, no creo en el Ayuntamiento, ni en la Junta de Andalucía, ni en Paquito, ni María Gámez, ni Paulino, ni Griñán, que os vaya bien pero así es imposible estar junto a un proyecto cultural, dígase Ciudad Europea de la Cultura o lo que sea, Málaga lo merecía, pero las cosas no se pueden seguir haciendo de esta manera y yo no firmo cheques en blanco.

Siempre nos quedará nuestro querido concejal Bendodo para criticar “ese museo de escasa proyección” que es el Picasso, curiosamente de los más visitados de Andalucía, ¡este tío promete créanme!

Mucha suerte el jueves, espero cuan niño en la noche de Reyes a ver las portadas de la prensa, quizás no me sorprenda de nada.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Marquesina y antigua estación de ferrocariles










La llegada del ferrocarril a Málaga era un hecho anhelado por buena parte de la burguesía malagueña decimonónica. No obstante fue gracias al impulso de las familias Heredia y Loring cómo se consiguió la realización de tan ansiado proyecto.

Una de las razones que más influyeron para la consecución de esta infraestructura, era la traída a Málaga de carbón mineral desde la Sierra de los Pedroches (Córdoba) con el fin de alimentar los ya de por sí maltrechos Altos Hornos malacitanos (los cuales se servían de carbón importado desde Inglaterra).

Las obras se alargaron entre 1860 y 1865. Como fin del trazado se edificó el que quizás fue el primer ejemplo en la capital de arquitectura del hierro y el cristal, la estación de Málaga. Su construcción es un buen ejemplo de la unión entre la ingeniería y la arquitectura, así se introdujo una técnica novedosa en el panorama malacitano. Las grandes estructuras de hierro posibilitaban la cubrición de grandes espacios destinados a acoger las vías, a la vez que permitían la creación de espacios diáfanos y bien ventilados.

El lugar elegido para erigir la estación se encontraba apartado del centro de la ciudad, junto al barrio del Perchel y cerca de los grandes espacios industriales de la Málaga decimonónica.

La construcción fue proyectada en 1863 por el ingeniero Antonio Arriete, el proyecto consistía en dos pabellones simétricos entre los cuales se abría un espacio de ochenta metros de longitud por treinta y uno de anchura cubierto por una sencilla estructura metálica de hierro cuyo sistema se llama Polenceau. El frente exterior de la estación en un principio había de solucionarse mediante nueve arcos de medio punto que soportarían la vidriera frontal. Sin embargo se optó por una solución más atrevida consistente en un gran arco carpanel flanqueado por dos de medio punto.

Pese a grandes intervenciones llevadas a cabo durante el siglo XX y que prácticamente destruyeron los dos pabellones laterales, la marquesina de la estación de Málaga resistió el paso del tiempo; la llegada de la línea de Alta Velocidad Española (AVE) a Málaga supuso un cambio radical en la fisonomía de esta zona. Los proyectos para dotar a Málaga de una estación de trenes acorde al siglo XXI no repararon en la conservación de la antigua estación, cosa que sí ocurrió en otras muchas ciudades (estación de Atocha, Plaza de Armas –Sevilla-, Valencia, etc). Nada más lejos de la realidad, en la reordenación del espacio sólo primaron intereses económicos que supusieron la construcción de un gran centro comercial sobre los terrenos, en detrimento de una estación adaptada a las necesidades de una población como Málaga.

Ni el Adif, ni el Ayuntamiento o la Junta de Andalucía, velaron por la preservación de este espacio, y fue finalmente in-extremis, como ésta última protegió la marquesina como Bien de Interés Cultural, lo que no impidió la desaparición del resto del conjunto ni que ésta fuese “arrancada” de su ubicación original.
Algunos proyectos manejados por el Ayuntamiento de la capital, como el intercambiador de la estación de tren, dejaban ver en las recreaciones fotográficas una hipotética restitución de la marquesina, ideas que en su mayoría han quedado en papel mojado.

Así más de cuatro años después, tanto los dos pabellones laterales siguen cubiertos por una lona a la espera de que se acometa su restauración. Mientras tanto la antigua marquesina espera abandonada en un almacén municipal, su restitución en algún espacio que pocos desde sus despachos pretenden aventurar.

En las imágenes pueden observar distintas visiones de la estación a lo largo del tiempo y una fotografía artística obra de Francisco Sánchez Romero de los años ochenta.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Referencia a Salvemos-Málaga en el diario sur relativa al derribo en la calle Mariblanca.





Málaga pierde otro edificio histórico:

Urbanismo ha estado dos años intentando sin éxito que sus propietarios tomaran medidas para conservar la edificación. El Ayuntamiento derriba por ruina inminente un inmueble del siglo XVIII que estaba protegido

03.09.10 - 01:49 - JESÚS HINOJOSA jhinojosa@diariosur.es | MÁLAGA.

Está claro que algo falla en los mecanismos legales y administrativos que se encuentran en vigor para proteger aquellos edificios históricos del centro que lo hacen singular y diferente a los del resto de capitales andaluzas. La calle Mariblanca ha sido en los últimos días escenario de un nuevo episodio de derribo de una casa histórica por su estado de abandono. Se trata del inmueble situado en el número 12 de esta vía, un edificio de estilo barroco catalogado por el Ayuntamiento y que contaba con protección arquitectónica, sobre todo en lo relativo a su fachada, que presentaba una singular composición, propia de la arquitectura malagueña del siglo XVIII, que tiene otros hermosos ejemplares en esta calle.

La voz de alarma sobre su desaparición, ejecutada desde mediados de esta semana por parte del propio Ayuntamiento, la han dado dos páginas web que se dedican a denunciar lo que consideran como atentados contra el patrimonio arquitectónico de la ciudad. Se trata de la web 'salvemos-malaga.blogspot.com y 'malagamonumental.blogspot.com', que se han hecho eco con un amplio reportaje fotográfico de los últimos momentos de vida del edificio. Salvador García, de la web 'Defensa y promoción del patrimonio, Málaga Monumental', destacó que se trataba de uno de los pocos inmuebles barrocos que quedan en el centro y que incluso tenía pinturas murales en su interior de las que posee algunas fotografías. «Habría que pedir responsabilidades y ver qué se ha hecho para impedir que este edificio tenga que ser derribado», dijo.

Desidia:

En el mismo sentido, Nicolás Sánchez, de 'Salvemos Málaga', apuntó que deberían haberse tomado medidas desde hace años para que no se hubiera llegado a esta «lamentable situación de tener que derribar este hermoso ejemplar». «Es una prueba más de la desidia con que se trata el corazón de la ciudad», añadió.
Sin embargo, desde la Gerencia Municipal de Urbanismo explicaron que no les ha quedado otra alternativa que echar abajo el inmueble por el grave estado de deterioro que presentaba su interior y que amenazaba a los edificios colindantes. Fuentes del departamento de Arquitectura y Conservación de la Gerencia explicaron que se le ha venido haciendo un seguimiento a esta casona desde hace un par de años, a raíz de las denuncias de algunos vecinos, que observaron el avanzado estado de deterioro del edificio.

Según las fuentes, pese a que su fachada había sido pintada hace algunos años, su estado interior era muy deficiente. Los técnicos de Urbanismo lograron acceder a él y comprobaron cómo uno de los propietarios había efectuado sin los permisos oportunos numerosas modificaciones a la estructura interna de la casa que ponían en serio peligro su mantenimiento. Ante esta situación, emprendieron sin éxito varios intentos de notificación al resto de los dueños de la necesidad de acometer obras en la construcción para evitar que su deterioro fuera a mayores. Sin embargo, según las fuentes consultadas, el propietario al que iban dirigidas las misivas residía en otra capital andaluza y era muy complicado que le llegaran las notificaciones.
Ante esta situación, hace unos cinco o seis meses, la Gerencia de Urbanismo decidió abrir de oficio un expediente de ruina para la finca con el objetivo de incluirla en el registro de solares, algo que obliga a sus propietarios a reparar el edificio si no quieren que el Ayuntamiento lo subaste de manera forzosa.

A raíz de esto, la propiedad comunicó al Consistorio que no tenía medios económicos para hacerse cargo de su conservación, que se ha visto sensiblemente perjudicada por las fuertes lluvias del pasado invierno. A principios de este verano se desprendió parte de la cubierta y hace pocas semanas se vino abajo uno de sus muros medianeros a raíz de las obras de desescombro de un solar adyacente. Esto provocó daños en un edificio situado dos números más arriba, y también se detectaron algunos desperfectos en la construcción contigua de la calle. Esta situación, unida al deplorable estado del interior tras las modificaciones sufridas, es lo que ha llevado a Urbanismo a optar por su derribo ante su estado de ruina inminente.

No obstante, desde el Ayuntamiento informaron de que, antes de derribarlo, se han retirado las rejas de su fachada y se ha hecho una medición exacta de ésta de tal forma que el edificio que sustituya al desaparecido en el futuro se verá obligado a reproducir el aspecto externo de éste. En ese sentido, las fuentes señalaron que se mantiene la protección arquitectónica para esta finca y que se ha dado parte de todo esto a la Junta de Andalucía.

En cuanto a la presencia de pinturas murales, comentaron que las del interior no son antiguas y que, por las catas que se han realizado, la fachada no tenía este tipo de decoración tan característica del XVIII.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Derribo en calle Mariblanca 12











Málaga, ciudad de la incultura 2010 sigue haciendo méritos. El protagonista del día era el inmueble número 12 de la calle Mariblanca, excelente ejemplo de la arquitectura barroca clasicista de finales del siglo XVIII en nuestra ciudad.
El edificio, que si no de Aldehuela, tiene características propias de su repertorio (entresuelo, óculo sobre la portada, balcones, etc), ha sido demolido con el beneplácito de la siempre dispuesta Gerencia Municipal de Urbanismo a la hora de conceder licencias de derribo.

El edificio, de dos plantas más entresuelo, la primera planta se articulaba mediante tres balcones, siendo el central (dispuesto sobre dos potentes ménsulas) el de más importancia. La segunda planta, por su parte, presentaba tres balcones antepechados. El conjunto se cerraba mediante un tejado que sobresalía mediante un gracioso alero de madera. Se daba la circunstancia de que además conservaba pinturas murales en su interior.

Despojado de sus rejas, el edificio ha sido vilmente demolido el día 31 de agosto. En lo que llevamos de año 2010, este es el segundo edificio dieciochesco con pinturas murales que sucumbe a la pileta.

No deja de ser grotesco que Málaga pretenda presentar su candidatura a Ciudad Europea de la Cultura 2016, cuando uno de los requisitos es la valoración, el respeto y la difusión de su patrimonio histórico artístico, me pregunto si esta gestión del patrimonio merece ese reconocimiento, francamente Málaga merece algo mejor.

Las imágenes proceden del blog Málaga Monumental.