sábado, 9 de abril de 2011

Mezquitas funerarias de la calle del Agua






En un solar del número 22 de la calle del Agua tuvo lugar a finales de los años ochenta uno de los más singulares hallazgos arqueológicos de nuestra ciudad; se trataba de dos mezquitas funerarias únicas en Al-Ándalus.

En la ladera del monte de Gibralfaro, se situó la mayor necrópolis islámica de la ciudad, el cementerio de Yabal Faruq, que a su vez es el de mayor extensión de todo Al-Ándalus. La pervivencia de este espacio como lugar de enterramiento data de mucho antes de la dominación islámica, no en vano en esta misma ladera también se documentó un hipogeo púnico y más tarde una necrópolis bajoimperial con enterramientos infantiles dentro de ánforas.

Pese a la importancia histórica de esta zona, en la Malaqa andalusí se ubicaron otros cementerios, como es el caso de las necrópolis emirales de la Plaza de la Marina y las del entorno de Félix Sáenz-Olózaga, o en el aparcamiento del Corte Inglés, todos ellos con una pervivencia en el tiempo mucho más limitada.

Los límites de la necrópolis de Yabal Faruq iban desde la falda del monte de Gibralfaro hasta la ladera de la colina del Ejido, en la zona de la Cruz Verde y la calle Carrión. El espacio estaba atravesado por el arrollo del Calvario (curso de agua irregular que discurría por lo que hoy es la calle de la Victoria).

Durante la excavación arqueológica del solar se documentó la presencia de tres grandes estructuras, dos de ellas respondían a la tipología de mezquitas funerarias con Mihrab en el muro de la Quibla orientado hacia el este, la tercera era un panteón algo posterior a las anteriores.

Las dos mezquitas fueron construidas con una cronología distinta pero cercana en el tiempo, estando datadas en el siglo XII. Según se deduce de la investigación arqueológica llevada a cabo en el yacimiento, tras llenarse de enterramientos la más antigua, se elevó una segunda que siguió el mismo modelo que su antecesora. Ambas construcciones destacan por su sencillez; siguiendo el precepto islámico de no edificar sobre las sepulturas, las mezquitas carecen de puerta y de cubrición, no alcanzando sus muros más de metro y medio de altura, éstos carecen de decoración con la excepción de piedras embutidas en el estuco de su parte externa.

A principios del siglo XIII, se construyó junto a este espacio un panteón que a diferencia de las anteriores incluyó un completo programa decorativo en sus muros. Así aparecen paños de sebka (en su primera manifestación en Málaga), estrellas de ocho puntas, octógonos y árboles de la vida.

Posteriormente estos espacios siguieron acogiendo nuevos enterramientos, así se han documentado hasta cinco niveles de sepulturas superpuestas. Los difuntos, que en su origen debieron estar amortajados con un sudario, aparecen colocados decúbito lateral derecho y mirando hacia el este.

Dada la singularidad de este espacio a nivel peninsular, existen distintas hipótesis en cuanto a su significado. Se habló de la posible presencia de un santón sepultado en este espacio en torno al cual se entierran otros individuos. Por otro lado también se la relacionó con un espacio funerario para algunos miembros de la élite local, aunque dada la prohibición coránica de introducir ajuares en las tumbas no puede confirmarse esta teoría. Sí se encontraron elementos de estelas de mqabriyya y de orejas, junto con clavos (los cuales apuntan la presencia de ataúdes), madera, candiles y un curioso recipiente cerámico con la base horadada al cual se da una utilidad relacionada con libaciones.

Las fuentes islámicas nos hablan de una zona arbolada jalonada por rawdas privadas que invitaban al paseo, así como de panteones familiares y mausoleos. El espacio encontró su ocaso con la conquista cristiana de 1487 y la posterior parcelación y expolio de la zona.

Dada la importancia del yacimiento, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, lo integró en los bajos del edificio proyectado en el solar. Tras más de veinte años a la espera de ser puesto en valor, recientemente se dieron los pasos que hacían pensar en una cercana apertura al público. Así se elaboró un proyecto museológico en el cual se introdujeron elementos novedosos como la recreación del espacio en 3D, se instalaron pasarelas y se colocaron paneles explicativos.

Todo apuntaba a que su inauguración iba a coincidir con la del centro de Interpretación del Teatro Romano, aunque finalmente no fue así. Algunas fuentes indican que se está a la espera de la licencia municipal. Mientras tanto este excepcional espacio sigue siendo víctima de la desidia institucional.

En las imágenes pueden ver el mihrab de la primera mezquita, una vista perpendicular de las dos mezquitas y un detalle de la decoración parietal del panteón anexo.