domingo, 27 de febrero de 2011

Derribo en la Alameda Principal nº 22










En la tarde del día 27 de febrero se inició la demolición de este inmueble sito en la esquina entre la Alameda Principal y la calle Torregorda.

El edificio, aunque con importantes reformas de principios del siglo XX, y una planta añadida a mediados del mismo siglo, era obra de finales del siglo XVIII a juzgar por los balcones preñados, arbotantes, etc.

La fachada principal se articulaba en tres ejes simétricos y en tres plantas (más una añadida). En la primera planta destacaba un gran balcón corrido con arbotantes, mientras que en las dos restantes el balcón central se remataba mediante un bello cierro de obra. Por su parte los balcones laterales estaban antepechados.

En la fachada que daba a la calle Torregorda podían observarse unos interesantísimos balcones preñados con rejas de forja.

Pese a encontrarse en buen estado de conservación, sus propietarios han decidido demolerlo con la intención de elevar un edificio de carácter residencial. Es curioso que desde la Gerencia de Urbanismo ni siquiera se inste a la preservación de algunos elementos de interés del conjunto, todo lo contrario. Los balcones junto con sus rejerías han sido pasto de la piqueta, y seguramente acaben siendo vendidos por su peso en metal.

Lástima que la piqueta no se equivocase y demoliese esa atrocidad urbanística que está a su derecha,un edificio de oficinas setentero que rompe con la estética de la Alameda, seguramente en esta Málaga surrealista lo hayan protegido con un grado de protección nº 1, no me extrañaría lo más mínimo. Y ahora habrá que ver qué regalito nos plantan en el solar...

La primera imagen está extraída de la web del colegio de Arquitectos y Aparejadores.

Quiero agradecer a Pepe Percheles las imágenes del derribo.

sábado, 12 de febrero de 2011

Derribo en calle Ancha nº 23








La calle Ancha, en el malagueñísimo barrio del Perchel es la vía por autonomasia del vecindario. Aquella que en otro tiempo llegaba hasta prácticamente el puente de Tetuán y que, en los años 70, tras la desaparición de gran parte del barrio con las obras de la prolongación de la Alameda quedó reducida prácticamente a la mitad.

En un barrio tan humilde como lo era el Perchel, la calle Ancha era la vía más comercial y/o señorial, en la que se organizaban fiestas y berbenas, por la que pasaba el "Chiquito perchelero" en su camino hacia el centro de la ciudad todos los Jueves Santos. Pero los años pasaron, gran parte de los vecinos dejaron el barrio, y éste se sumió en la decadencia. Si bien es cierto que en los últimos años se ha recuperado parte del entorno, la práctica totalidad de sus inmuebles han sido pasto de la piqueta demoledora. En su lugar en algunos casos se ha sabido respetar el sabor de tan genuina vía, sin embargo en otros no se ha buscado la integración del edificio en la misma, perdiéndose por ello una de las estampas más típicas de la Málaga popular.

Y en ese proceso de degradación tiene hoy lugar el derribo del nº 23 de la vía, una construcción decimonónica con bellos balcones abiertos a esa calle Ancha, balcones que en innumerables ocasiones fueron adornados con los mejores mantones de sus moradores y desde la que se lanzaron las famosas "petalás" a la Virgen del Carmen.


Quiero mostrar mi agradecimiento a Pepe Percheles por facilitarme las imágenes.

viernes, 11 de febrero de 2011

Casa natal Cánovas del Castillo y aledaños










El pasado 8 de Febrero se cumplió el 183 aniversario del nacimiento del mayor artífice de la restauración borbónica tras la malograda I República Española, Antonio Cánovas del Castillo. Este ilustre personaje nació en el número 9 de la malagueña calle Nuño Gómez, en el entorno de la calle Carretería. Un paseo por esta vía nos pone ante un panorama desolador.

Hace una década el Ayuntamiento de la capital anunciaba la adquisición de este inmueble dieciochesco junto con otros dos colindantes para la creación de un centro de investigación de la figura de Cánovas y la Málaga del siglo XIX. Los años han pasado y los hechos brillan por su ausencia. Pese a que ya existe un proyecto de rehabilitación obra de los arquitectos Francisco Peñalosa y César Olano, no se ha colocado ni un ladrillo. En este tiempo y dado el estado de ruina del edificio, se tuvo que proceder a su demolición parcial perdiéndose con la misma unos interesantísimos ejemplos de pinturas murales.

Pero éste no es el único ejemplo de decadencia en la zona; pese a haber existido la posibilidad de integrar esta zona en el centro histórico ampliando la zona hasta prácticamente el Molinillo, en los anteriores Planes de Ordenación Urbana, se optó por “abandonarla a su suerte” , favoreciendo así la pérdida de gran parte de su trama urbana. En los últimos años las únicas iniciativas para reactivar la zona han sido la apertura del Museo del Vino (con una más que cuestionable rehabilitación) y las famosas “Tecnocasas” proyectadas en el solar de calle Gigantes.

A la espera de que las administraciones cumplan con sus compromisos, la memoria de Cánovas sigue siendo vejada desde su ciudad natal.

En las imágenes pueden observar la portada de una de las casas adquiridas para construir el centro de interpretación, una imagen del proyecto, el solar fruto del derribo de una de las edificaciones(extraída de internet) y una pintura mural de la calle Nuño Gómez representando a un borrachín.