martes, 31 de enero de 2012
Se inicia la construcción de uno de los edificios incluidos en el Plan de la Judería
El denominado como Plan de la Judería parece iniciar un nuevo capítulo en su tan catastrófica como dilatada historia.
El plan ha supuesto la práctica desaparición de un tramo completo de la calle Granada con el único adarve (de origen islámico) que aún se conservaba, una casa del siglo XVII, y varias viviendas históricas entre otros elementos, todo como ya apuntamos en una entrada anterior para “reinventar” un espacio en función de los intereses de unos pocos y a costa de acabar con unos de los espacios más sensibles a las actuaciones urbanísticas del centro de Málaga.
Así han dado comienzo las obras del principal edificio de la nueva plaza que vendrá a sustituir a buena parte de este entramado urbano, la famosa Plaza de la Nieve. Por ello tras la realización de las pertinentes catas arqueológicas llevadas a cabo en el número 74 de la calle Granada se ha puesto en marcha la construcción del inmueble que servirá tanto para realojar a los vecinos que fueron expropiados para llevar a cabo el plan, como para la instalación de la Oficina de Rehabilitación del Centro Histórico (algo que no acaba de cuadrar -rehabilitación versus demolición necesaria para rehabilitar-, o sea no hay por donde cogerlo).
El nuevo inmueble es obra del arquitecto José Ignacio Pérez de la Fuente (redactor del Plan de la Judería y hermano de Javier Pérez de la Fuente, jefe del Servicio de Arquitectura de la Gerencia de Urbanismo). Según las noticias aparecidas en la prensa local tendrá un carácter moderno, acorde con las corrientes actuales como es lógico, pues la recreación de las antiguas estructuras sería un “pastiche”. Lo que no es de recibo es la brutal agresión cometida sobre el entorno, la desvaluación del paisaje urbano, su descontextualización y reinvención, ¿era necesario eliminar de un plumazo este entramado urbano?, ¿es que en Málaga podemos no podemos vivir en el siglo XXI estableciendo un diálogo respetuoso con el pasado?, pues por las numerosas actuaciones que se vienen llevando a cabo en la ciudad en las últimas décadas, la respuesta es un NO rotundo. El nuevo edificio contará con B+5 alturas en una zona y B+3 en la otra.
No sabemos qué ocurrirá con las dos magníficas columnas de mármol rosa que decoraban el patio de la vivienda existente donde se está interviniendo, aunque mucho nos tememos que desaparezcan para adornar alguna vivienda de alguien bien relacionado en la ciudad o simplemente sean destruidas.
El Mesón Blas Palomo es otro de los grandes afectados en el proceso. Tras ser prácticamente demolido (que no restaurado) se conservaron algunos muros originales de ladrillo los cuales fueron hormigonados por completo perdiendo toda evidencia histórica. Además los vecinos de la calle Zegrí denunciaron que las obras (proyectadas también por José Ignacio Pérez de la Fuente) que se llevaban a cabo en el antiguo mesón superaban los volúmenes y alturas inicialmente previstas y no se cumplía la separación reglamentaria respecto a sus casas, por este motivo se dictó la paralización provisional de las obras del mismo. Por si fuera poco, esta actuación viola (presuntamente) el Artículo 13 del Capítulo II del PEPRI en los siguientes términos:
a) En las fachadas predominará las superficies de macizo sobre la de hueco.
b) Los huecos o conjuntos de ellos, tendrán predominantemente proporciones verticales, debiéndose adaptar a las de las edificaciones colindantes, así como en sus ritmos y dimensiones.
La imagen que adjuntamos es meridianamente aclaratoria en este sentido a la vista del descomunal ventanal trasero que se puede contemplar desde la calle Granada.
Entre las imágenes tienen una visión del Torreón Mudéjar descontextualizado junto con sendas vistas de las obras en el Mesón Blas Palomo. Una imagen de la crujía de los restos de uno de edificios antiguos que aún existían junto con las dos magníficas columnas marmóreas cuyo destino es incierto. Por último un plano del proyecto ideado para este espacio. El número uno se corresponde con la “Plaza de la Nieve”, el dos es el Torreón Mudéjar –ya intervenido y cuasi destruido-, el tres la el centro sefardí-sinagoga (aún pendiente de edificar), el cuatro, el inmueble destinado al realojo de vecinos y a oficinas municipales, y por último, el número cinco se corresponde al antiguo Mesón de Blas Palomo.
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1 comentario:
Adios a los adarves
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