viernes, 21 de noviembre de 2008

El Perchel amenazado.


No es el convento de San Andrés (popularmente conocido como del Carmen) el único ejemplo de desidia institucional y amenaza urbanística de la zona. El tradicional barrio de pescadores pierde sus señas de identidad día por día, las nuevas construcciones no reflejan ni armonizan la fisonomía de las calles donde se construyen, haciendo del lugar un espacio cada vez más impersonal a la vez que Málaga pierde una de sus señas de identidad con más abolengo. Mientras tanto los políticos se llenan los bolsillos y miran para otro lado mientras el lugar donde uno de los Mártires a la libertad, el general Torrijos, pasó sus últimas horas. Sinceramente no entendemos esa doble moral de la clase política a la cual se le llena la boca alabando a personajes tan sumamente singulares mientras que el símbolo de su detención está en la ruina más absoluta. A modo de curiosidad parte del convento aparece en la obra que hoy día cuelga en el Museo del Prado "el fusilamiento de Torrijos", obra de Gisbert de 1888.

1 comentario:

Salva Sánchez dijo...

Desde aquel fatidico día de 17 de febrero de 1966 en que se firmó por Orden Ministerial el plan de la Prolongación de la Alameda, los percheles estaban destinados a pasar a la historia, la necesidad de una ciudad en expansión fue primordial en ese plan de construir una ronda de entrada a Málaga que comunicara con la Alameda Principal. En el recuerdo tantos rincones como el Cine Plus Ultra, la Casa de las Monjas, y un sin fin de lugares que hoy por hoy se intentan rehabilitar, y para colmo, para los semanasanteros esa señera cofradia de Málaga "el chiquito" no tiene donde poder ensayar con sus bandas de música por el barrio,ya cuenta con alguna denuncia por ruido, salvemos tambien esa tradición y no caigamos en la desidia de los años 70
Un saludo